jueves, 10 de noviembre de 2016

El clásico de la semana

   
  
   
   La famosa librería neoyorquina Strand tiene una pequeña pero bastante jugosa sección de poesía para niños en la que siempre es posible descubrir algunas joyas a muy buenos precios. Allí fue donde me encontré con esta versión del poema de Robert Frost Stopping by Woods on a Snowy Evening ilustrado por Susan Jeffers, publicada en el año 1978 con formato de álbum grande y tapa dura.  
   Aunque conocía a Robert Frost y había leído algún poema suyo anteriormente - también recuerdo una mención a uno de sus poemas en un momento clave de Rebeldes, de S.E. Hinton, pues fue la primera vez que oí hablar de él - no conocía este hermoso y sencillo poema que, como suele ocurrir con la poesía falsamente clara y fácil, esconde muchas posibles lecturas y deja al lector sumido en una leve melancolía con la repetición final del mismo verso (And my to go before I sleep, / And miles to go before I sleep), que queda resonando cuando ha acabado la lectura, como los propios cascabeles del caballo en el silencio helado del bosque de los que habla el mismo poema. 
    Stopping by Woods on a Snowy Evening tiene en principio todos los elementos necesarios para que sea considerado adecuado para niños y ofrecido a estos en una versión ilustrada como la de Susan Jeffers. Su vocabulario es accesible, no hay oscuridad en el lenguaje y posee cierta narratividad y cierta concreción que se convierten en rasgos facilitadores de su lectura. Pero, como acabo de decir, todo ello se conjuga para ofrecer en realidad una pieza de gran espesor simbólico que juega con el riquísimo imaginario ligado al bosque, al viaje y al invierno. Dicho carácter figurativo del poema hace en principio más fácil la siempre complicada tarea de ilustrarlo, pero también la complica porque el ilustrador puede caer siempre en la redundancia, es decir, en limitarse a plasmar en imágenes lo que el poema dice sin llevar a cabo ninguna propuesta que haga del resultado una obra peculiar en la que las imágenes añadan algo a los versos y no simplemente repliquen los repliquen. Afortunadamente, Susan Jeffers ha sabido comprender los huecos de indeterminación y los espacios blancos que el poema deja a la imaginación del lector (no es otra cosa un ilustrador, sino un lector atento y amante) y llenarlos de una forma tan sutil que, en lugar de ofrecer una lectura cerrada al receptor, le invita a indagar aún más en el sentido del texto. Con una técnica depurada y un prodigioso ojo para los detalles, Jeffers construye la atmósfera donde se desarrolla el poema, los bosques en medio de la tarde nevada, usando solamente el blanco y negro, y reserva el color para el anciano que ella (el poema no dice nada de este personaje) convierte en protagonista, de tal manera que se acentúa la sensación de frío y aislamiento que se desprende del poema. Así el carácter alusivo del poema obliga Jeffers a darnos su propia interpretación de algunos pasajes (por ejemplo, en But I have promises to keep, que amplía los versos) y a tomar decisiones acertadas en momentos clave como el final, que, en dos secuencias distintas, refleja el momento en que el protagonismo prosigue su camino: la primera, ante la atenta mirada de varios animales del bosque; la segunda, más lejos ya y empequeñecido, perdido entre una tormenta de nieve que ocupa toda la doble página e incide en el aspecto simbólico del verso (And mis to go before I sleep), el cual habla del camino en sí mismo pero también, por supuesto, del viaje por excelencia, que no es otro que la ruta de la vida que lleva hasta la muerte. 

Whose woods these are I think I know.   
His house is in the village though;   
He will not see me stopping here   
To watch his woods fill up with snow.   

My little horse must think it queer   
To stop without a farmhouse near   
Between the woods and frozen lake   
The darkest evening of the year.   

He gives his harness bells a shake   
To ask if there is some mistake.   
The only other sound’s the sweep   
Of easy wind and downy flake.   

The woods are lovely, dark and deep,   
But I have promises to keep,   
And miles to go before I sleep,   
And miles to go before I sleep.

Se puede leer una traducción al español aquí. Además, en youtube hay un vídeo en el que se muestra el libro completo (aunque no sea de mucha calidad). 

Frost, Robert, Stopping by Woods on a Snowy Evening, ilustrado por Susan Jeffers, Nueva York, Dutton, 1978. 




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