viernes, 15 de enero de 2016

El clásico de la semana es...

 
Para Umbriel y Albania, mis Mitsous

   El clásico de esta semana no es propiamente poesía, pero sí se debe a uno de los poetas más personales e importantes de todo el siglo XX: nada más y nada menos que la de Rainer Maria Rilke (1875-1926), cuya vida goza ahora mismo de gran actualidad en España porque acaba de publicarse una tan monumental como personal biografía suya escrita por otro escritor de nacionalidad dispersa como Mauricio Wiesenthal, de apasionante lectura. Se trata de Mitsou. Historia de un gato, que en realidad es un libro de imágenes realizadas en su niñez nada más y nada menos que por Balthazar Klossowski, más conocido como Balthus (e infinitamente más conocido por sus pinturas de equívocas lolitas). El joven aspirante a pintor - cuando se publica el libro apenas tiene trece años - era miembro de una de esas familias aristocráticas a las que tanto se acercaba el poeta en busca de sustento económico y espiritual (de hecho, su madre, Baladine Klossowska, se convertiría en su amante), y mantuvo con el poeta una correspondencia publicada bajo el título Cartas a un joven pintor, sin duda como réplica de las famosas Cartas a un joven poeta, mucho más conocidas y difundidas. 
   A Rilke, como decimos, solo le debemos el prefacio que antecede al delicioso relato visual de su joven amigo. Se trata, además, de un texto escrito en francés ya casi hacia el final de su vida, cuando el poeta praguense (realmente resulta difícil ponerme un adjetivo nacional a un nómada vital y lingüístico como Rilke, que además nació en un país que había desparecido a su muerte) ya dominaba esa lengua y se atrevió a escribir en ella algunos de sus poemas. Son apenas un puñado de páginas que comienzan con una sugerente pregunta - ¿Quién conoce a los gatos? - y que contienen algunas acertadas reflexiones sobre la relación frustrante y un tanto guadianesca que nos une siempre a los gatos. Porque, como dice el mismo Rilke, de nuevo en forma de pregunta (pues parece que las preguntas se avienen bien con animal enigmático como el gato, cuya personalidad solo conseguimos arañar superficialmente): ¿acaso alguna vez se ha podio asegurar que un gato se dignó ceder un hueco en el fondo su retina a nuestra imagen fútil? 

(Tanto la imagen como las citas pertenecen a la edición española del libro: Mitsou. Historia de un gato. Seguido de cartas a un joven pintor, traducción y prólogo de Juan García Román, La Laguna, Artemisa Ediciones, 2006).  

No hay comentarios:

Publicar un comentario