martes, 31 de marzo de 2015

Poesía infantil y naturaleza




No es cierto que la naturaleza sea muda.
Habla sin orden ni concierto. Nuestra única esperanza
es que apenas se ocupe de nosotros.

Non è vero
che la Natura sia muta. Parla a vanvera
e la sola speranza è che non si occupi
troppo di noi. 

Eugenio Montale     

      De todos los grandes tópicos literarios que han dominado la poesía occidental (el amor, la muerte, la naturaleza), solo este último está claramente presente en la lírica infantil, hasta el punto de que se ha convertido en uno de los temas más frecuentes en los versos escritos para niños. No sé cuál es la razón de que en la poesía infantil haya tanta presencia de la naturaleza, incluso en una sociedad tan urbanizada como la nuestra, y de que los animales corran en ella por doquier, pero sospecho que esto tiene algo que ver con la rémora didactista que arrastra la literatura infantil desde sus inicios como tal. Si esto es así, y esta tendencia a incluir a la naturaleza en los versos para niños encubre de manera más o menos solapada un intento de contagiarles el amor por el medio ambiente, yo me pregunto si lo que habría que hacer no sería tanto concienciar a los niños del valor de la naturaleza y de la necesidad de protegerla y preservarla (que es muy necesario) como alertarles sobre el poder de la naturaleza, sobre el hecho de que la naturaleza puede ser una fuerza imparable e indiferente que nos arrastre a todos sin pieda y contra la que en muchas ocasiones es inútil luchar.

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